Mareas

Mareas

José María Yturralde | 2009 | Coll Alas

La pintura de Cristina Ghetti es de ese raro género que, afortunadamente, trasciende cualquier intento de análisis o explicación racional o estética, debemos pues contemplar esta obra y dejarnos llevar por la magia y la emoción que desprende su intensa presencia.

Dicho esto me atrevo a tratar de establecer un cierto dialogo,  una leve reflexión en torno a su trabajo, quizás en el intento, seguramente vano, de profundizar en su  comprensión y relacionar la posible sistematización expresiva y formal de estas piezas con las tendencias estilísticas en las que se inscriben. Tarea compleja pues no se trata de etiquetar esta personalidad de amplísima formación intelectual y artística.

Un antecedente relativamente cercano puede referirse al magisterio de Victor Vasarely desde sus primeras obras abstractas de 1947 hasta la exposición colectiva en la gloriosa Galería Denis Rene de París junto a Jesús Rafael-Soto, Yacob Agam, Paul Bury y Jean Tinguely inaugurada en Abril de 1955, entonces digamos que se consolidó lo que pronto se llamó “arte cinético” o “Cinetismo” que de algún modo se hizo visible desde esta galería. Aquella muestra supuso consolidar la aceptación en la plástica del momento de la noción del movimiento, sus implicaciones temporales, el uso más directo de la luz, la energía radiante, lo que nosotros percibimos como color. Se constituían así en elementos expresivo de la máxima relevancia. Aquello continuó aún en París fundamentalmente con Julio Le Parc que integró el Groupe de recherche d’Art Visuel junto con Morellet, Sobrino, Yvaral, Stein… hasta su disolución en 1968. Estos y otros artistas (cabe destacar a Nicolas Shöffer, Moholy-Nagy, Calder) introducen partes móviles, elementos reflectantes, luminosos, sistemas eléctricos etc, montajes que por una parte objetualizan la obra  y por otra creaban situaciones en continua movilidad o cambio. Incluyo en esta línea pero más tradicional en cuanto a la técnica, a Bridget Riley, Keneneth Noland o Richard Anuszkiewick, en la línea de lo que se denominaba “Optical Art”.

Surgen también instituciones como el Center for Advanced Visual Studies en el MIT,  en Cambridge, Mass.  que se inauguró en 1968 y ha continuado hasta hoy (junto con  el más reciente Media Lab), fundado por Georgy Kepes como un centro de altísimo nivel para la creación artística y la utilización de las más avanzadas tecnologías y conceptos que provenientes de la ciencia pudieran iluminar (y viceversa) la creatividad. Desde comienzos de los años sesenta, las nuevas herramientas como lasers, holografía el vídeo y los ordenadores entre otros muchos instrumentos, que incorporados al ámbito artístico añaden nuevas posibilidades y variantes a la tendencia que nos ocupa, llegando en su evolución hasta hoy, ya superados muchos de los inconvenientes inherentes a  los estadios más primitivos de estas técnicas, nos encontramos en una época en la que se desarrollan nuevos y más sofisticados útiles que el Arte incorporará a su ámbito estético.

Inmersa en numerosos proyectos multimedia Cristina Ghetti, elabora con profundos conocimientos técnicos y sensibilidad, elegantes modulaciones de una exquisita y optimista energía. Un arte de claridad, de estabilidad y orden pero con una intención clara de hacer que se perciba la pintura como un continuum mobile, pero altamente estructurado, medido y regulado en su composición por el ritmo de las direcciones formales, esas sutiles redes espaciales que pueden hacernos captar inmateriales esencias de infinitud. Aquí frente al “menos es más” de Mies Van der Rohe yo añadiría que “más es más” en la obra de Cristina Ghetti y no por acumulación material, sino por la visión ilimitada que propone su pintura.

En su obra, en sus cuadros, percibimos su esférica musicalidad, de la que emanan variadas escalas y luminosas connotaciones que hacen vibrar al espíritu atento. La expresión de su obra surge no solamente de la regularidad formal o compositiva, sino de las coherentes o dispares relaciones de color desplegados a la manera de un elaborado discurso melódico, como de suprema y satisfactoria belleza, formulando una fecunda experiencia visual, activa y coherente con la rítmica temporal.

En sus obras “objeto” más pictóricas, entiendo que son muy importantes en el formato las aristas curvilíneas que acentúan la interacción espacial de las mismas con el entorno vertical – horizontal  dominante y esa modulación hacia infinitos horizontes que se desprenden como umbral de otros universos pautados entre el silencio, lo sutil, el orden y la complejidad.

El paso de la obra estática o con movimiento virtual a la práctica del arte con las tecnologías de hoy (ordenadores, vídeo etc.) las asume Cristina Ghetti con absoluta naturalidad y vocación por la expresividad. El Arte, la Ciencia y la Tecnología como plataforma de conocimiento vuelven a fluir, depositados en sus obras, sin oposición e influyéndose mutuamente para generar nuevas y personalísimas formulaciones con absoluta coherencia.

Yo destacaría en el conjunto de su producción el que transmita junto a la primordial rigurosidad de su propuesta,   esa alegría de vivir, como ocurría con Matisse, o ese optimismo vigoroso y delicado a un tiempo, que traducen estas obras, que al margen de tendencias es activamente intemporal, exquisita y valiente. Su arte posee como decía Braque “la passion que corrige la regle et au meme temps, c’ette regle qui corrige la passion” . Algo así como el Broadway Woogie Woogie de Mondrian o un arco iris sobre el mar.

Catálogo Coll Alas